Cosas de Psicología – Symploké https://tupsicologoenmadrid.es Psicólogos Tue, 01 Mar 2022 14:14:52 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.15 https://tupsicologoenmadrid.es/wp-content/uploads/2018/06/cropped-logotipo-symploke-psicologos-32x32.png Cosas de Psicología – Symploké https://tupsicologoenmadrid.es 32 32 De psicología https://tupsicologoenmadrid.es/de-psicologia/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=de-psicologia Tue, 01 Mar 2022 14:13:57 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=5300 Los antecedentes psicológicos, tantas veces nombrados en los informativos, no tienen por qué constituir un suceso inhabilitador.

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Los antecedentes psicológicos, tantas veces nombrados en los informativos, no tienen por qué constituir un suceso inhabilitador.

 En la historia siempre los ha habido: “locos” geniales que nos han ilustrado (muchos), y deleitado (otros tantos):

Tolstói, Picasso, Gauguin, Lord Byron…

Sin embargo, da la impresión de que los trastornos psicológicos, siguen siendo un estigma en una sociedad en la que,

paradójicamente, cada vez abundan más.

 Ansiolíticos y antidepresivos, entran dentro de las prescripciones de los médicos de familia, y en los botiquines de cualquiera.

 Un 20 por ciento de la población, sufre depresión; y un 38 ansiedad moderada.

 Naturalmente, esto es lo declarado por las Administraciones Sanitarias, porque son datos de personas que han consultado como pacientes en un Servicio de Salud.

 Pero el porcentaje de los que no consultan, y padecen estos problemas…  y otros, desde el silencio de su intimidad,

incrementarían estas cifras en no sabemos cuánto.

 Convendría, empezar a admitir, que estos estados, hoy son parte de la vida.

Parte de esta que venimos en llamar sociedad moderna, y paradójicamente… del “bien-estar”, y que, de cuando en cuando

a todos nos visitan.

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Cosas de psicología https://tupsicologoenmadrid.es/cosas-de-psicologia/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=cosas-de-psicologia Sun, 12 Sep 2021 11:29:17 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=4835 Cuando nos referimos al ser humano, y lo hacemos como generalidad, en abstracto, nos referimos a una entelequia que no existe.

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Cuando nos referimos al ser humano, y lo hacemos como generalidad, en abstracto, nos referimos a una entelequia que no existe.

El ser humano, no existe como tal, solo a nivel fisiológico nos parecemos.

Contamos con extremidades, conductas parecidas pero no iguales, también con un sistema nervioso y una experiencia personal que nos hace pensar.

Pero cada cual, piensa en lo suyo, en lo cercano, en lo pasado o lo por venir. Y, en esto nos movemos eso que llamamos seres humanos.

Eso sí, hay algo que nos diferencia del resto de los seres vivos, y es nuestra capacidad de habla: la palabra.

La palabra nos permite comunicarnos, aunque no siempre expresamos con ella lo que en realidad necesitamos transmitir. Muchas veces la palabra se queda escasa, particularmente cuando se trata de poner en claro nuestras emociones y sentimientos.

No existe el ser humano como tal. Los que existimos somos nosotros, cada cual con sus particularidades,

y siempre en singularidad.

 Somos heterogéneos, y por lo tanto diferentes unos de otros, tanto, que no encuentro exageración alguna

cuando se viene a decir que cada cual es “un mundo”, y un mundo solo accesible por lo que cada uno dejamos ver. 

Y aunque se nos dice iguales… (qué ironía) no hay poder, ni lo habrá, capaz de que esa igualdad se convierta en hecho…

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La estulticia https://tupsicologoenmadrid.es/la-estulticia/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-estulticia Mon, 14 Oct 2019 17:11:46 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=3254   La estulticia, es la necedad, la estupidez. También la sandez y la bobería. Erasmo confundió los términos cuando denominaba estulticia a la locura. El loco, no es estulto, nada más lejos. El loco, por lo común, es persona inteligente, muy por encima de lo que es común. Piénsese que la locura, es la forma […]

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Sobre uno mismo y sobre los demás https://tupsicologoenmadrid.es/sobre-uno-mismo-y-sobre-los-demas/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=sobre-uno-mismo-y-sobre-los-demas Thu, 07 Mar 2019 09:09:41 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=3138 Sobre uno mismo y sobre los demás, esto es, de la relación interpersonal emana, asimismo, la posibilidad de que el sujeto se relacione consigo mismo, esto es lo que llamamos reflexividad, que constituye, “que sepamos –una propiedad específicamente humana.  Pero, además, la conducta posee un sentido (intencionalidad y motivacional: uno hace… para algo/alguien, y uno hace… […]

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Sobre uno mismo y sobre los demás, esto es, de la relación interpersonal emana, asimismo, la posibilidad de que el sujeto se relacione consigo mismo, esto es lo que llamamos reflexividad, que constituye, “que sepamos –una propiedad específicamente humana. 

Pero, además, la conducta posee un sentido (intencionalidad y motivacional: uno hace… para algo/alguien, y uno hace… por algo/alguien). Como consecuencia, todo lo que hace el ser humano,  tiene un carácter relacional; mejor dicho, es la relación con los objetos y con uno mismo.

La naturaleza de la relación que alguien establece,  está determinada por el significado o valoración que hace de “lo otro”, sea lo que fuere eso otro. La persona no se relaciona con los objetos de modo imparcial, sino en función de cómo los valora, es decir, de cómo son para él y de qué significan para él. Los objetos no son independientes de lo que al sujeto le parezcan, sino que “son lo que le parece que son”.

El concepto de sujeto o de persona, conforme a lo expuesto anteriormente, está estrechamente ligado al de valor. Esto es así, en primer lugar, porque no existen los valores por fuera del sujeto: yo soy quien valora. Y en segundo lugar, porque, como antes se apuntó, el sujeto, como “conciencia de sí”, implica además un conjunto de especiales valoraciones: las que hago de mí mismo. Estas valoraciones (hacia lo/s demás y hacia mí mismo) conforman,  de alguna manera, mi identidad; intervienen en la formación de eso que podemos identificar como YO MISMO.

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La psicología con niños https://tupsicologoenmadrid.es/la-psicologia-con-ninos/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=la-psicologia-con-ninos Wed, 20 Feb 2019 12:43:45 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=3034 La psicología con niños, supone en el terapeuta, es encontrar las palabras para expresar lo que ha entendido, sin hacer crítica de los esfuerzos de los padres, pues hacerlo supondría incrementar su culpabilidad y resistencia. Hay que ayudarlos a reconocer que el niño, en general, tiene sus motivos para exhibir determinado comportamiento. Además, hay que […]

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La psicología con niños, supone en el terapeuta, es encontrar las palabras para expresar lo que ha entendido, sin hacer crítica de los esfuerzos de los padres, pues hacerlo supondría incrementar su culpabilidad y resistencia. Hay que ayudarlos a reconocer que el niño, en general, tiene sus motivos para exhibir determinado comportamiento. Además, hay que incorporar al discurso de los padres, comprensión respecto de sus propias razones para manejar la situación del modo que lo estaban haciendo. Quizá esta es la tarea más difícil en un planteamiento de entrevista terapéutica.

Quiero hacer una breve reflexión, sobre lo que para los padres significan los estudios, también para la sociedad en su conjunto, y que de refilón he apuntado al principio de este trabajo.

Quienes trabajan en psicología infantil, conocen que el fracaso escolar suele ser atribuido a tres causas principales: Causas socioculturales, causas institucionales y causas psicológicas, y de estas tres, naturalmente como psicólogos que somos, nos quedamos con estas últimas buscando, en no pocas ocasiones, trastornos más relacionados con factores cognitivos que con factores afectivos o emocionales.

Sea su origen cual fuere, creo que no nos alejamos mucho de la verdad, si consideramos que la propia terminología materializada en “fracaso”, conlleva un señalamiento generalizado a quien lo padece. A quien se le impone el “luminoso” o la etiqueta de fracaso escolar, lo primero y quizá único que alcanza a ver es la palabra fracaso. “Soy un fracaso” puede ser muy bien la forma de pensar que se le ha impuesto de una manera, creo yo, bastante violenta.

Amortiguamos muchos de los diagnósticos, y eliminamos palabras que “se ensucian” en nuestra forma de nombrar. Ya no decimos “anormal”, “tarado”, “deficiente” “minusválido”, sustituyendo estas nomenclaturas por las de “discapacidad” “disfuncionalidad” o “movilidad reducida”… Y sin embargo, está a la orden del día la terminología “fracaso escolar”, una terminología, por cierto, aparecida no hace tanto, y que sin embargo resulta muy poco piadosa con quien tiene que soportarla (niños y jóvenes). Sé que suavizar nomenclaturas, no deja de constituir un eufemismo. Pero “suavizarlas” no hace mal a nadie. En última instancia, todo el mundo sabe de lo que se está hablando, y tener especial consideración hacia el segmento de la población constituido por los niños, creo que evitaría retraumatizar a quienes ya de por sí se encuentran con menos estrategias de defensa.

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¿Cómo elegir una carrera o una profesión? https://tupsicologoenmadrid.es/como-elegir-una-carrera-o-una-profesion/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=como-elegir-una-carrera-o-una-profesion Wed, 10 Oct 2018 10:41:46 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=2924 ¿Cómo elegir una carrera o una profesión?. Cuando llegan  los 18 años, a veces antes, esta pregunta comienza a perseguirte un poco más. Tal vez porque el momento de la respuesta está más cercano y muchas veces no tienes una respuesta clara  para dar. En numerosos casos la falta de respuesta despierta una angustia, un […]

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¿Cómo elegir una carrera o una profesión?. Cuando llegan  los 18 años, a veces antes, esta pregunta comienza a perseguirte un poco más. Tal vez porque el momento de la respuesta está más cercano y muchas veces no tienes una respuesta clara  para dar. En numerosos casos la falta de respuesta despierta una angustia, un vacío que necesitas llenar de alguna manera. Necesitas saber con seguridad qué es lo que vas a ser, pero…. No hay que tener prisa, tienes tiempo por delante, y además, hay una cosa muy importante que ha sucedido: te has dado cuenta de que quieres ser algo, y eso es FUNDAMENTAL.

En realidad la pregunta apunta más a nuestro hacer: ¿Qué voy a hacer? ¿A qué me dedicaré? ¿Cuál será mi ocupación de aquí en adelante? Y esa confusión, la del HACER y SER, nos trastoca un poco, y no nos ayudan a discriminar las alternativas.

En primer lugar deberías tener claro que nuestro SER no sólo se alimenta de lo que hacemos, de la profesión u ocupación que tengamos. Lo que somos, aunque tenga puntos de contacto con nuestra ocupación, se volcará en nuestro quehacer, pero SOMOS MUCHO MAS DE LO QUE HACEMOS. Para darte algunas pistas: un empleado de oficina, puede tener afición por la música o la literatura y sentir que ello lo colma como persona, aunque su trabajo sea rutinario. Alguien que sea ingeniero o docente, también vuelca mucho de sí mismo en sus hijos y en la educación y el tiempo que le dedica a ellos.
Ocurre que cuando llega el momento de la elección estos temas se entremezclan y generan dudas.

¿Cómo saber qué elegir?
Tienes que tener en claro algunas cuestiones: tener información de las distintas alternativas de carreras y ocupaciones es importante. ¿Por qué? Pues porque sabiendo más sobre las ofertas posibles, puedes saber cuál se adapta más a tus gustos y a tus posibilidades. Así como cuando decides comprarte una determinada ropa, la eliges de acuerdo a tu talla, tu gusto y a la imagen que quieres proyectar ante ti mismo y los demás. Lo mismo ocurre cuando quieres elegir una profesión, también tiene que ver con tus gustos y a unas determinadas imágenes que tienes sobre ti mismo. Crees que eres bueno para una cosa o para la otra. Te sientes hábil para desarrollar una determinada tarea, pero no estás seguro de que esa sea tu verdadera vocación: tal vez te guste cantar, pero eso no quiere decir que te dediques a ser cantante. Nos produce fascinación la fama que los cantantes puedan tener, pero no estamos dispuestos a soportar los sacrificios que la carrera pide de nosotros o simplemente no somos buenos cantando delante del publico o actuando en un auditorio. Lo difícil y problemático de esta situación es encontrar tu propio ser y proyectar esa idea en una profesión u ocupación.

No hay que desesperar, como ya he dicho. Más tarde o más temprano, tu ser, aquello que guardas en tu interior, encontrará su salida. Las carreras u ocupaciones que seleccionamos, no las hacemos por casualidad. Tienen bastante que ver con nuestra propia manera de ser.

Por eso es aconsejable hacer un trabajo con tu propia personalidad, indagar sobre ti mismo,  mas bien en pensar sobre ti mismo, sobre que te gusta hacer: ¿Te gusta ayudar a la gente o pasar de ella?, ¿te gusta trabajar sentado o moviéndote de aquí para allá?, ¿te gusta hablar con los demás y conocerles o prefieres entenderte contigo mismo y con actividades que exijan un trabajo individual?, ¿te gusta mandar o te gusta mas ser mandado?, ¿te gustan las actividades que conlleven ejercicio físico, o prefieres el trabajo sedentario?, ¿te gusta aconsejar a los demás o prefieres que cada cual resuelva sus problemas? ….

No se trata de hacerlo rápido, ni de no equivocarse. El error es posible y debes permitírtelo. Mucho más cuando escuchas que te dicen que «tienes una vida por delante». Hay que utilizar parte de ese camino, para darse uno a SI MISMO tiempo que permita coordinar tu SER con tu QUE HACER.

No obstante aquí van algunas técnicas que pueden ayudarte NO a elegir una carrera o profesión, sino más bien a elegir un área de actividad profesional. Por poner un ejemplo: si te interesan los problemas de los demás, eres comprensivo, y te gusta ayudar a la gente… podrías ser un buen Médico (pero médicos hay muchos – dermatólogos, psiquiatras, traumatólogos, etc), pero todas estas especialidades tienen en común el hecho de escuchar a los demás, sentir sus problemas, comprenderles, etc, . Pero siendo un buen Psicólogo, también ocurre lo mismo, y tendrías que estudiar una carrera distinta, lo mismo ocurre si se quiere ser fisioterapeuta o abogado y otras muchas carreras. En resumen:  pondrías en marcha esas mismas capacidades de escuchar, comprender y aconsejar.

Algunas consideraciones, si debes tener en cuenta para IR DECIDIENDO, no para decidir (ya he dicho antes que no se debe tener prisa, pero esto te ayudará a saber hacia donde puedes ir, con independencia de que luego seas una cosa u otra.

Lo primero que debes tener en cuenta es que este proceso implica dos ámbitos fundamentales:

Ámbito Interno:

Este ámbito se refiere al conocimiento de uno mismo como ya he comentado, es decir el autoanálisis o autoexploración que debemos llevar a cabo. Para ello, podemos empezar tratando de responder a la pregunta ¿Cómo somos?, puesto que si nosotros nos conocemos más, lo que implica saber más acerca de nuestros gustos (me gusta el dinero, tener éxito, ser conocido, pasarlo bien, no preocuparme por problemas de los demás, …),  habilidades (soy bueno con el ordenador, pintando, soy bueno en dibujo, en física, soy bueno haciendo negocios, soy bueno….), virtudes (tengo paciencia, se concentrarme en los temas que me interesan, soy buena persona, tengo buena imagen, me relaciono bien con los demás, tardo en enfadarme,  debilidades (no me gusta actuar en publico, no me gusta alejarme de mis amigos, no me gusta el dibujo técnico, no me gusta tener que echar broncas ….), personalidad (tengo mucho carácter, soy sociable, soy extrovertido, me gusta ayudar…. Sabiendo estas cosas,  sabremos con mayor claridad a dónde queremos ir y qué actividades, estudios u ocupaciones pueden ser las que se identifican mejor con nuestra forma de ser.

Ámbito Externo:

Este ámbito implica el conocimiento del contexto profesional existente, esto se refiere a la exploración o búsqueda de información sobre las opciones con que contamos, en términos de todos los estudios que tenemos disponibles y que se ofrecen, además de centros de estudio, costos, duración de cada carrera y otros datos que complementan este ámbito, como puede ser la evaluación de la situación económica familiar para afrontar determinado estudio, o en todo caso las posibilidades reales de llevarlo a cabo.
Entonces, teniendo claros estos dos ámbitos, aquí tienes algunas pautas para explorarlos:

¿Quién nos dirá qué Estudiar?
Debemos tener claro que somos nosotros mismos quienes debemos dirigir esta búsqueda. Si bien es cierto que tanto los aportes de familiares o profesionales como profesores y psicólogos son importantes, ya sea mediante evaluaciones vocacionales y sugerencias o consejos, estos son aportes que no nos dan la respuesta o conclusión final, pues quien deberá tomar la decisión y dirigir el proceso somos nosotros los directos interesados, ya que no habrá nadie que nos conozca mejor que «nosotros mismos».

Intereses o Preferencias
Es importante que indaguemos sobre nuestros gustos o intereses. Para ello, podemos hacernos preguntas como: ¿Cuáles son nuestros hobbies o actividades preferidas?, ¿Qué tipo de conocimientos o juegos nos atraen?, ¿De qué nos gusta hablar?, ¿Qué actividades solemos realizar en nuestros ratos libres?, etc., todas estas interrogantes nos ayudarán a identificar nuestras preferencias y tenerlas presentes para una posterior etapa del proceso.

Hablidades o Capacidades
De igual modo, debemos explorar sobre nuestras habilidades.
Por ejemplo, una de las formas es preguntarnos: ¿En qué actividades nos sentimos más capaces, mas buenos?, o ¿Cuáles de ellas son más fáciles para nosotros y nos salen mejor?, ¿En qué asignaturas hemos tenido o tenemos buenas notas?, ¿En qué sentimos que sobresalimos?, ¿En que cosas sentimos que somos buenos?, ¿Qué cosas disfrutamos haciendo?, ¿Con que cosas nos lo pasamos bien?, ¿Qué cosas hacemos bien o muy bien, y que cosas hacemos regular o no nos salen bien?, ¿Qué cosas nos dicen los demás que hacemos bien?, ¿Qué cosas dicen los demás sobre nosotros en las que destacamos?, etc. Todas estas preguntas nos pueden hacer pensar en que podemos ser mejores, en que podemos ser mas habilidosos. En definitiva, qué somos capaces de hacer mejor.

Personalidad
Hay que ir, poco a poco, Identificando las carreras que coincidan con nuestros intereses y habilidades. Cuando ya tengamos claras nuestras tendencias personales, entonces podremos dedicarnos a identificar dentro de la oferta profesional qué carreras o estudios existentes concuerdan más con ellas, así preseleccionaremos un grupo de opciones de estudio con mayores posibilidades de encajar con nuestra personalidad.

Información sobre Carreras
Buscar en profundidad la información sobre las carreras preseleccionadas. Entonces, en este punto deberemos buscar información completa sobre el grupo de carreras que hemos preseleccionado, es decir saber dónde las imparten, cuánto duran, notas de corte, si hay posibilidad de hacerlas en centros privados, cuanto cuestan,  cuál es la salida laboral, las especialidades que tienen, si tienen vigencia o no en el mundo actual, y demás datos que consideremos relevantes.

Prejuicios y Presiones Familiares
Es importante no dejarnos llevar por prejuicios ni creencias que existen sobre determinadas profesiones ni por presiones familiares.
A veces nos sucede que personas conocidas, amigos o incluso nuestros familiares, en su afán de querer ayudar, nos orientan de una manera un poco sesgada. Por tanto lo mejor es buscar la información por nosotros mismos y de una fuente confiable.
Por ejemplo; dirigirnos a los mismos centros de estudio, contactar gente que ya esté estudiando la carrera o carreras preseleccionadas, o buscar testimonios de profesionales del ramo; pues esto nos asegurará que contemos con mejores posibilidades de tomar una buena decisión. Un psicólogo especializado puede ayudarte en este paso.

La Decisión
Finalmente, debemos tomar la decisión. Esto implica balancear las opciones de estudio o carreras que quedaron de nuestra última selección que no deberán ser más de dos o tres producto de una serie de descartes, para revisar si son o no compatibles con nuestros aspectos personales y demás aspectos externos arriba mencionados, de tal forma que podamos elegir la carrera que coincida mejor con nosotros en la mayoría de aspectos. Si es posible, en esta última etapa es recomendable escribir en un papel o trasladar gráficamente toda esta información para visualizarla bien y así elegir la mejor alternativa y con el mejor criterio de realidad.

Un último consejo: Lo más principal es que te guste hacer las cosas que vas eligiendo hacer. No hace falta que te decidas por una sola cosa y solo esa para siempre jamás. No. Lo que te interesa es saber hacia que carreras te sientes mas inclinado, y en la medida que vayas sabiendo eso, (no hace falta que sea hoy, ni mañana, ni pasado… recuerda… tienes tiempo),  y recabando información sobre las que mas te interesen, te irás decidiendo. Lo importante es que en las carreras que te fijes, sepas que te gustan (aunque sean varias), y que sientas que te gustaría hacerlas y te sientas con ganas de hacerlas. Si eso se da, al final escogerás bien, y harás algo que quieres hacer, y lo harás bien. De cualquier manera, siempre se puede dar un paso atrás para rectificar.

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Sobre el suicidio, pensar en quitarse la vida https://tupsicologoenmadrid.es/sobre-el-suicidio-pensar-en-quitarse-la-vida/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=sobre-el-suicidio-pensar-en-quitarse-la-vida Sat, 06 Oct 2018 09:05:33 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=2921 Sobre el suicidio, pensar en quitarse la vida, es un verdadero problema en el que están implicados no solo nuestra personalidad o lo que es lo mismo, nuestro aspecto psicológico, sino también el social, el biológico, el cultural y el ambiental. Una circunstancia que tiene su origen, casi siempre, en un profundo problema depresivo que […]

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Sobre el suicidio, pensar en quitarse la vida, es un verdadero problema en el que están implicados no solo nuestra personalidad o lo que es lo mismo, nuestro aspecto psicológico, sino también el social, el biológico, el cultural y el ambiental. Una circunstancia que tiene su origen, casi siempre, en un profundo problema depresivo que puede ser consecuencia de diferentes factores. Una infancia difícil, dificultades para conectar con los demás, problemas de pareja, baja autoestima y un largo etcétera.

Naturalmente, en los trastornos de personalidad y enfermedades mentales mayores (esquizofrenia, psicosis, trastornos límite de la personalidad), igualmente es necesario estar vigilante a cualquier oportunidad que ponga en riesgo la propia vida.

LAS IDEAS DESUICIDIO

Las ideas de suicidio, aparecen cuando los autorreproches no dejan lugar a evasión alguna por el fracaso vivido. De aquí que el suicidio, cumpla en primer lugar un primer cometido: el autocastigo.

Pero también cumple otro cometido principal: eludir de una vez y para siempre la vista de la realidad, es decir: la vista del fracaso propio.

No se nos debe escapar que, el suicidio, al llevar consigo la autodestrucción, contribuye a la destrucción de la realidad:

“Al morir yo, muere todo lo que yo significo, y yo significo, claro está, para alguien, para los –otros- que- no-soy-yo.

INTENTO DE SUICIDIO Y SUICIDIO LOGRADO

El intento de suicidio, se distingue del suicidio logrado, en que en el suicidio la muerte es la finalidad; sin embargo en el intento de suicidio, la finalidad es obtener un tipo peculiar de relación humana.

El que intenta el suicidio, ejecuta una serie de actos que pueden conducirle a la muerte, pero que en todo momento están supeditados a la presencia real o virtual del otro. El intento de suicidio, contiene un dinamismo (una forma de actuar) que está dirigido más al otro que a uno mismo.

El suicidio: se hace para uno mismo.

El intento: se hace para el otro (para los demás).

En la clínica diaria y en muchos pacientes, las ideas de suicidio no son comunicadas, por distintas resistencias que hacen que no se comuniquen: la religiosidad, el no preocupar a la familia, el temor a que se les estime más enfermos de lo que están, incluso temor al internamiento. Por eso es conveniente, de forma discreta, no incisiva, pero sí directa, el intervenir con nuestra conversación sobre este particular, de cara a desvelar si existe algún riesgo al respecto.

ALCOHOLISMO –  SUICIDIO

En el alcoholismo, podemos decir que subyace, verdaderamente, un suicidio:

El alcohol, en no pocas ocasiones, es una forma de poder tolerar los conflictos internos. también es una forma, como cualquier otra toxicomanía (cuando es realmente una toxicomanía), de huir del fracaso íntimo.

PODEMOS DECIR QUE ES SUCIDIO EN TANTO QUE:

CORPORALMENTE: se pretende a la larga la autodestrucción del propio cuerpo.

MENTALMENTE: se pretende la autodestrucción, en vida, de la persona, como conciencia de sí misma.

SOCIALMENTE: se origina ruina económica, social, pérdida de prestigio, de estimación, huida de los demás y aislamiento.

Todo ello, tiene al mismo tiempo un carácter de protesta, siendo también el alcoholismo, una forma de herir a aquellos con los que inmediatamente se convive, y a quienes interesa culpar.

DEPRESION – SUICIDIO

Hay que estar siempre atento, ya que en la enfermedad, o quizás debiéramos decir estado de depresión siempre se plantea el problema de la vida” en cuanto tal, habiendo toda suerte de transacciones entre el-no-tener-ilusión-de-vivir, y el desear provocarse la muerte.

La idea de la muerte, la idea del suicidio, en definitiva, la idea de quitarse la vida, está siempre presente en toda depresión. (Le pasa por la cabeza a quien la padece. Hay que saberlo y hay que ser conscientes de ello para en una terapia abordarlo). “Si me suicido…ya no sufro más”

SIGNIFICADOS SOCIALES DEL SUICIDIO

El suicidio, a lo largo de la historia, ha tenido muy distintos significados. Así entre romanos y griegos, no era inusual poner fin a una vida usando como vehículos venenos (cicuta por ejemplo) u otros como la autolesión.

Para qué mencionar, en nuestros tiempos, como países de ideas radicales ejercitan inmolándose este tipo de final. Un final prometedor, pues con él se aspira a una vida paradisiaca y al reconocimiento social de determinadas facciones sociales hermanadas con creencias religiosas poco elásticas.

En el siglo X y hasta no hace tanto, los samuráis constituían un ejemplo de grupo social, que preferían suicidarse, a la deshonra y deshonor que suponía dejarse vencer por el enemigo.

Mucho antes que esto, en la tradición Maya, se consideraba el suicidio como una manera extremadamente honorable de morir, a un nivel similar al de las víctimas humanas de sacrificios, guerreros caídos en batalla, mujeres muertas de parto, o sacerdotes.

Más recientemente, durante la segunda guerra mundial con los aviones camicaces, cuyos pilotos estaban dispuestos para la muerte en defensa de ideales patrióticos e ideológicos. 

QUE HACER ANTE LA POSIBILIDAD DE SUICIDIO

La Terapia cognitivo conductual, parte de la reestructuración cognitiva como técnica fundamental para el cambio, pero al mismo tiempo incluye una variedad de técnicas enfocadas a la conducta de la persona que tienen como finalidad ayudar a completar dicho cambio.

La intervención se centra en la modificación de conductas disfuncionales, pensamientos negativos distorsionados y asociados a situaciones específicas y actitudes desadaptativas relacionadas con el objeto de intervención, que puede ser, en este caso, la conducta suicida.

La activación conductual es también un aspecto clave de la terapia cognitiva, haciendo un especial énfasis en la relación entre la actividad y el estado de ánimo. 

LA TERAPIA

La duración de este tipo de intervención, no se puede predecir «a priori» con precisión, dependerá mucho del análisis inicial y valoración de la situación que sufre la persona que nos consulta.

Uno de los objetivos centrales de este modelo de intervención, es que combina sesiones individuales con otras de apoyo telefónico, de disposición real en un determinado momento crítico, tendentes a la reducción tanto de las conductas autolesivas como de la conducta suicida.

Algunas técnicas que se utilizan desde este enfoque psicológico, es el desarrollo de la plenitud de la conciencia o atención plena: es la capacidad para prestar atención a la experiencia tal y como es en el momento presente, sin juzgar y sin evaluar. Para ello, en la terapia, se recurre a acciones como:

La regulación emocional, partiendo del supuesto de que estas personas experimentan emociones de forma muy intensa y lábil.

La eficacia interpersonal, que tiene por objetivo el cambio y la mejora de las relaciones interpersonales.

El aumento de la tolerancia a la ansiedad. Parte de que el dolor y el malestar forman parte de la vida y el hecho de no aceptarlo incrementa aún más el malestar.

Prevenir el suicidio, es posible. Pero nunca se debe olvidar que las ideas suicidas emanan de cómo es vivido el entorno por quien las padece. Trabajar este aspecto, quizá sea la parte más importante de una terapia psicológica ante este acontecimiento.

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Depresión, angustia. ¿Cómo acabar con la depresión? https://tupsicologoenmadrid.es/depresion-angustia-como-acabar-con-la-depresion/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=depresion-angustia-como-acabar-con-la-depresion Wed, 03 Oct 2018 12:27:44 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=2919 Depresión, angustia. ¿Cómo acabar con la depresión? Quizá lo primero a entender es qué es una depresión, porque la mayoría de manuales, introducciones y textos escritos que abordan el trastorno de la depresión, la plantean, casi exclusivamente, desde el punto de vista descriptivo, es decir, desde lo que se observa en la persona que la […]

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Depresión, angustia. ¿Cómo acabar con la depresión?
Quizá lo primero a entender es qué es una depresión, porque la mayoría de manuales, introducciones y textos escritos que abordan el trastorno de la depresión, la plantean, casi exclusivamente, desde el punto de vista descriptivo, es decir, desde lo que se observa en la persona que la sufre.

Los síntomas de la depresión

  • Los síntomas, vienen recogidos en cualquier texto de psicología o psiquiatría:

    Tristeza (calificada, a veces, sorprendentemente como inmotivada).
    Inhibición. Falta de fuerzas para hacer las cosas.
    Angustia.
    Ideas de perjuicio.
    Autorreproches.
    Sentimientos de culpa, depreciación, etc..  

Estos síntomas de la esfera anímica, pueden venir acompañados por otros en la esfera somática del individuo: insomnio o hipersomnia, opresión precordial, dolores erráticos, oliguria o polaquiuria, estreñimiento o diarrea, palpitaciones, etc.

Lo descriptivo nos manifiesta claramente que, en el enfermo deprimido, el síndrome nuclear está constituido por la tristeza y la inhibición, acompañada de sentimientos de culpa en varias de las ocasiones. Sobre estos síntomas procesales, podrían intercalarse otros, que complicarían el cuadro, como son las obsesiones pero sobre todo la angustia, dando ésta lugar a formas agitadas, a las llamadas depresiones angustiosas.

Clasificación de las depresiones

  • En lo que respecta a la clasificación de las depresiones, o quizá fuera mejor decir del síndrome depresivo, se pueden aportar tantas como se quiera:

    Según entendamos de su procedencia: endógenas (en las que se dice no haber un motivo externo que las provoque).

    Según factores específicos: estacionales, hormonales, tóxicas.
    Según la presencia o no de síndrome melancólico: melancólicas, no melancólicas.
    Según la clínica que presentan, es decir, como cursan: agitada, inhibida, obsesiva, psicótica.
    Según su evolución: recurrente, bipolar crónica, resistente al tratamiento.
    Según su intensidad: leve, moderada, severa.
    Según la edad de quien la padece: infantil, adulto, senil.

Es la Psiquiatría y la Psicología convencional la que se interesa por estos puntos de vista, que debemos conocer, aunque la aportación que hacen al conocimiento de la situación del paciente, sea meramente la enunciativa respecto a lo manifiesto del síndrome, pudiendo inferir de todo el anterior rosario de clasificaciones que a las ciencias encargadas de atender estas patologías, les ha interesado mucho  los signos, pero muy poco sus significados.

“La principal aportación que hace el Psicoanálisis a la enfermedad mental (nos dice Castilla), y que es categorialmente distinta a otras doctrinas, es la consideración de la enfermedad mental como humana, concretamente humana”… “el psicoanálisis, no trata de enfermedades en abstracto, ni de enfermos en abstracto, el  psicoanálisis, trata a hombres y mujeres concretos”.

 Freud, es el primero que hace concebir al medio (esto es, a todo lo otro, y a todos los otros que no soy yo) un papel determinante en el modo de ser de cada cual.
Esta misma línea de pensamiento vienen a incorporar la gran parte de psicólogos y especialistas de la salud mental  cuando se advierte que “el conflicto lo padece la persona, se hace drama en la persona, pero no es nunca ni primaria ni únicamente personal”. Carlos Castilla del Pino. Y continúa diciendo que: “el que un enfermo nos diga que está triste, que no tiene gana de nada, que no duerme bien, que llora, que no siente que quiera ni siente ser querido, etc., etc., solo nos dice que el enfermo está en depresión. Pero, no nos aclara nada de su depresión”…  “porque, lo que está pasando el paciente, no es una depresión, sino que es su depresión« Y el ser su depresión,  nos debe llevar a que esta se produce, necesariamente, dentro de su biografía.

Cómo tratar la depresión

Al enfermo deprimido, como a cualquier otro enfermo,  hay que escucharle de persona a persona. Hay que escucharle valorando esos autorreproches, esas culpas como actualmente vividas, y no considerando solo los contenidos que nos refiere, que verdaderos o no, son ahora reales y le hacen sufrir.
Escuchándole así, una nueva luz se nos hará acerca de él: sus creencias, su forma de vida, las cosas que han sido sus valores, los valores reales de sus relaciones con los otros… Todo esto que ahora escuchamos, empieza a cobrar, en la consulta, en el análisis, en la psicoterapia en definitiva, una significación antes desdeñada.

Hoy en día, no es difícil, hoy en día, poder abordar una depresión, y poderla vencer, arrancando el enorme sufrimiento que la persona padece cuando le aqueja este trastorno.

Los tratamientos combinados, esto es la administración de medicamentos antidepresivos y ansiolíticos, junto con la práctica de una correcta psicoterapia, suelen ser aliados suficientes para poder vencerla.

A veces, hay que animar al enfermo a poner de su parte para tomar la medicación y acudir a terapia. La familia tiene aquí un papel fundamental pues de otra manera, este estado de ánimo, puede tender a cronificarse con el consiguiente perjuicio que esto ocasiona.

En nuestro centro, atendemos este trastorno, casi siempre con psicoterapia, pero no dudamos en sugerir la medicación adecuada. Son muchos los pacientes que sienten reticencia ante este tipo de medicaciones psicofarmacológicas, reticencia mal justificada, pues son medicamentos seguros y probados que no hacen sino favorecer la curación de la enfermedad.

 

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¿Cómo separarme de mi pareja sin sufrir? https://tupsicologoenmadrid.es/como-separarme-de-mi-pareja-sin-sufrir/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=como-separarme-de-mi-pareja-sin-sufrir Tue, 02 Oct 2018 09:17:21 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=2917 ¿Cómo separarme de mi pareja sin sufrir?  ¿Qué significa realmente separarse? Cualquier separación, esto se sabe, es dolorosa y problemática. Constituye siempre una decisión que se ha ido posponiendo a lo largo del tiempo y en la que siempre ha habido horas y horas de meditación sobre qué hacer. Separarse, significa romper con una relación […]

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¿Cómo separarme de mi pareja sin sufrir? 

¿Qué significa realmente separarse?

Cualquier separación, esto se sabe, es dolorosa y problemática.

Constituye siempre una decisión que se ha ido posponiendo a lo largo del tiempo y en la que siempre ha habido horas y horas de meditación sobre qué hacer.

Separarse, significa romper con una relación que, independientemente del tiempo que haya existido, ha llegado el momento de ponerle fin. Y eso, siempre tiene un coste emocional importante.

Naturalmente, cuantos más años de convivencia se hayan compartido, más difícil resulta poner en práctica esta decisión. Por otro lado, si la pareja tiene hijos menores, aún los problemas se multiplican.

No obstante, hay miles de parejas separadas y aunque de entre ellas hay un porcentaje en las que la separación ha supuesto un proceso largo y tortuoso, hay otras muchas en las que la separación ha constituido una forma de acercamiento distinta. Una manera de estar “unidos” de forma distinta.

¿Qué ideas nos impiden separarnos?

Podríamos relacionar muchas, pero las principales pueden ser las que a continuación relacionamos:

  • Nuestra conformación moral: consideramos impropio desunir algo en lo que nos hemos comprometido.
  • Nuestras ideas religiosas: esa idea de estar juntos en lo bueno y en lo malo. Las leyes que la religión impone, son en muchas ocasiones incumplibles además de suponer una sumisión excesivamente exígete.
  • Sentimientos de culpa: me refiero a las ideas que a uno le asaltan sobre destruir la familia, el hogar, todo lo que se ha construido juntos.
  • La crítica social y familiar: esas ideas que nos surgen sobre el “qué dirán” y a las que se le concede excesiva importancia.
  • Miedo al porvenir: no es otra cosa que las dudas sobre lo que pueda pasar al terminar una relación.
  • Miedo a estar solo o sola: la posible desaparición de amistades compartidas, de lazos afectivos comunes, etc.
  • La inestabilidad económica: en el caso de no ser independientes a nivel económico o de creer no poder atender los deberes derivados de una separación formal.

ASPECTOS A CONSIDERAR EN CUALQUIER SEPARACION:
Aspectos Legales y Aspectos psicológicos

 ASPECTOS LEGALES

 Podemos relacionar distintos tipos de separaciones en este apartado:

Separación de hecho
Se produce cuando en una pareja ambos miembros se separan de manera “no oficial”, es decir, que pasan por alto los aspectos legales en un primer momento. Suele ser una forma habitual de empezar con un proceso de separación y no es inusual que, más pronto o más tarde oficialicen su separación a través de un juzgado.

Existe la posibilidad de que ambas partes estén de acuerdo, o que solo un cónyuge haya tomado unilateralmente la determinación de separarse y abandone su domicilio familiar.

En este tipo de separaciones es muy común toparse con delitos de abandono de hogar. Es normal que uno de los dos cónyuges abandone el hogar tras la ruptura.

Lo recomendable es acudir a los tribunales para establecer judicialmente cómo se repartirán los bienes después de la separación.

Sin embargo, las dos partes deben estar de acuerdo para tomar esa decisión. Si uno de los cónyuges no quiere, el otro puede solicitar la vía judicial mediante un procedimiento de separación contencioso.

Separación judicial
Existen dos formas de separaciones judiciales: Separación de mutuo acuerdo y contenciosa:

Separación de mutuo acuerdo
Este tipo de separaciones se pueden tramitar legalmente tras el transcurso de tres meses de haber contraído matrimonio.

Los cónyuges deben presentar un convenio regulador para llevar a cabo la separación por mutuo acuerdo. En este convenio se establece todo lo relacionado con la custodia de los hijos, las pensiones alimenticias, el derecho de visita del progenitor no custodio y la situación futura de la casa familiar.

El proceso judicial correspondiente a la separación por mutuo acuerdo es breve y sencillo. Se trata de un procedimiento judicial de separación matrimonial más económico.

Separación contenciosa
La separación contenciosa es aquella en la que no se llegó a un acuerdo estable. Aquí cada parte presenta su propuesta de convenio regulador. El juez es quien determina todo acerca de la custodia de los hijos, pensiones, visitas y bienes gananciales.

La decisión del juez será tomada en base a su valoración de las pruebas presentadas por las partes en el juicio.

Las separaciones contenciosas son mucho más complejas y largas que las de mutuo acuerdo. Además, desgastan notablemente tanto la economía como la moral de los implicados.

Si durante una separación contenciosa ambos cónyuges llegan a un arreglo, el proceso cambia a separación por mutuo acuerdo. Cuando esto sucede, ambas partes deben elaborar inmediatamente un convenio regulador.

Tanto en las separaciones de mutuo acuerdo como en las contenciosas, no es necesario explicar el porqué de dicho proceso si ambos cónyuges están de acuerdo con la decisión.

 ASPECTOS PSICOLÓGICOS
La mayor parte de las parejas que se separan viven un proceso de duelo real, que en el caso de tener hijos, se complica.

Naturalmente, para cada miembro de la pareja, tiene o puede tener distinto significado el hecho mismo de separarse. Esto está en función de los lazos afectivos que pudieran existir por fuera de la pareja y el sostén social y familiar con el que cada miembro pueda contar.

Relacionamos algunos de los efectos más comunes, sin que se pretenda con ello elaborar una lista completa:

  1. Puede ser sentida como la pérdida de esperanza, de expectativas y de un ideal que no pudo alcanzarse.
  2. Se puede vivir como un fracaso y generar sentimientos de culpa.
  3. En algunos casos se puede vivir como una liberación, pero ello no impide la necesidad de elaborar el proceso de duelo, de cambios y fundamentalmente el sufrir por los hijos si existen en la pareja.
  4. Son frecuentes las vivencias de baja autoestima, de cuestionamientos y de revisión o evaluación de la vida pasada.
  5. Siempre se genera una situación de estrés y ansiedad, pues nos enfrentamos a algo nuevo y distinto.
  6. Suele surgir depresión en alguno de los miembros de la pareja o en ambos.
  7. La edad de los hijos, si los hay, influye decisívamente en las relaciones posteriores, particularmente si son pequeños o se encuentran en un tramo de edad adolescente, por lo que hay que cuidar el aspecto psicológico si fuera necesario.

APOYO PSICOLÓGICO EN UNA SEPARACIÓN
La labor del Psicólogo en una separación es muy importante. Siempre que se produce una separación, lo primero que se busca es un Abogado, y esto responde a un mecanismo de defensa económico, dado que este aspecto de la realidad supone la supervivencia, de alguna manera, de cada uno de los miembros de la pareja.

No obstante, el apoyo emocional, en unos momentos en los que se experimenta angustia, ansiedad, estrés, inseguridad, desolación y desamparo, depresión, soledad, no debe faltar por la frecuencia con que se presentan trastornos mayores, precisamente por no haber prestado atención a estas manifestaciones emocionales.

Afrontar una separación implica la aceptación de una pérdida y el inicio de una nueva vida sin la otra persona al lado.

Cada proceso, es individual, por lo que no existe un tiempo establecido para conseguir superar una situación así… pero se supera.

Lo importante es que se consiga de forma adecuada. Algunos consejos que te ayudarán en este proceso son:

  1. Acepta las emociones negativas (ansiedad, tristeza, soledad) como algo normal en las circunstancias que estás viviendo.
  2. Olvida los “por qué” y céntrate en los “cómo”, ya no es momento de buscar los motivos que os llevaron a separaros ni de señalar culpables. Sustituye esos ‘por qué’ por preguntas dirigidas a cómo reorientar tu vida y sentirte mejor.
  3. No te compares con otros, cada persona requiere un tiempo para superar una separación. Los comportamientos que a otros les fueron bien (por ejemplo salir mucho) no tienen por qué irte también bien a ti. Son sólo opciones.
  4. No seas detective de tu ex pareja, y mucho menos te martirices si le van mejor las cosas que a ti. Es un error pensar que en sus desventuras está tu felicidad.
  5. Aprovecha el apoyo social que te brindan tus familiares y amigos, pero si necesitas momentos para estar a solas no tengas miedo de decirlo.
  6. No es aconsejable que inicies una nueva relación hasta que tú no te encuentres bien “solo”. Precipitarte podría hacer que la otra relación no funcione, y también corres un alto riesgo de terminar dependiendo de tu nueva pareja.

Siempre los procesos de separación son costosos, pero nada tiene por qué hacerlos imposibles si cuidamos nuestra integridad personal y psicológica. En ocasiones la terapia de pareja, la terapia psicológica centrada en la separación de la pareja o la terapia psicológica centrada en la separación de los hijos pueden facilitar esta tarea o incorporar nuevas herramientas y orientaciones que dispongan el proceso hacia una resolución positiva.

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¿Cómo son los demás? ¿Cómo conocerlos? https://tupsicologoenmadrid.es/como-son-los-demas-como-conocerlos/cosas-de-psicologia/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=como-son-los-demas-como-conocerlos Fri, 14 Sep 2018 12:07:09 +0000 https://tupsicologoenmadrid.es/?p=2911 ¿Cómo son los demás? ¿Cómo conocerlos? Nuestra persona, yo como sujeto, puedo combinar varias identidades y a un mismo tiempo, aunque sean contradictorias entre sí: por ejemplo puedo decir “soy de izquierdas” y usar simultáneamente un “pantalón de tal diseñador, una camisa de tal marca y unos zapatos de tal otra”; “marcas”, todas ellas, que […]

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¿Cómo son los demás? ¿Cómo conocerlos?

Nuestra persona, yo como sujeto, puedo combinar varias identidades y a un mismo tiempo, aunque sean contradictorias entre sí: por ejemplo puedo decir “soy de izquierdas” y usar simultáneamente un “pantalón de tal diseñador, una camisa de tal marca y unos zapatos de tal otra”; “marcas”, todas ellas, que tienen su traducción dentro del grupo social en el que nos desenvolvemos y que pudieran ser interpretadas respecto de mi persona, como otra cosa distinta a la que manifiesto con mi aseveración: “soy de izquierdas”… (He elegido la indumentaria, porque – como es bien sabido – también es un factor de identidad,  que conlleva un mensaje muy concreto y específico de quien la lleva para  los otros: la ropa… dice de mí… pero con ella… les digo a los demás). 

Conviene recalcar que el número de identidades en una misma persona no es de ninguna manera homogéneo, esto es, no es propio de ellas una composición y estructura uniformes,  y mucho menos permanentes. Aunque normalmente se alude a la identidad como algo construido, o sea, como algo definitivo que ya está dado en los seres humanos, considerarla así puede remitirnos a enfoques descriptivos superficiales.

Nadie nace con su identidad. La identidad no se trae genéticamente, sino que  se va haciendo y  adquiriendo a lo largo de la existencia y en toda ella, a través de las distintas y concatenadas relaciones que vamos estableciendo, y desde aquellas que establecimos con nuestros primeros cuidadores, antes que con nadie, seguidas de las que establecemos con nuestros hermanos y demás familiares cercanos, y continuadas con las que implementamos entre amigos y enemigos, tutores, maestros… Esto es, relaciones que  voy estableciendo con todas las muchas figuras significativas que pueden tener influencia específica en mí, a través de sus discursos y/o sus actos y a lo largo de toda la existencia.

Hay que estar muy atentos a la expresión verbal, y lo que el resto del cuerpo expresa igualmente: indumentaria, gestos, preguntas, ademanes, soltura de movimientos… Y esto, porque todo ello dice del otro, y no hay muchas otras formas de conocer a los demás salvo por la concordancia o no de lo que se expresa con cualquiera parte de su ser y lo que dice.

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