¿Cómo separarme de mi pareja sin sufrir? 

¿Qué significa realmente separarse?

Cualquier separación, esto se sabe, es dolorosa y problemática.

Constituye siempre una decisión que se ha ido posponiendo a lo largo del tiempo y en la que siempre ha habido horas y horas de meditación sobre qué hacer.

Separarse, significa romper con una relación que, independientemente del tiempo que haya existido, ha llegado el momento de ponerle fin. Y eso, siempre tiene un coste emocional importante.

Naturalmente, cuantos más años de convivencia se hayan compartido, más difícil resulta poner en práctica esta decisión. Por otro lado, si la pareja tiene hijos menores, aún los problemas se multiplican.

No obstante, hay miles de parejas separadas y aunque de entre ellas hay un porcentaje en las que la separación ha supuesto un proceso largo y tortuoso, hay otras muchas en las que la separación ha constituido una forma de acercamiento distinta. Una manera de estar “unidos” de forma distinta.

¿Qué ideas nos impiden separarnos?

Podríamos relacionar muchas, pero las principales pueden ser las que a continuación relacionamos:

  • Nuestra conformación moral: consideramos impropio desunir algo en lo que nos hemos comprometido.
  • Nuestras ideas religiosas: esa idea de estar juntos en lo bueno y en lo malo. Las leyes que la religión impone, son en muchas ocasiones incumplibles además de suponer una sumisión excesivamente exígete.
  • Sentimientos de culpa: me refiero a las ideas que a uno le asaltan sobre destruir la familia, el hogar, todo lo que se ha construido juntos.
  • La crítica social y familiar: esas ideas que nos surgen sobre el “qué dirán” y a las que se le concede excesiva importancia.
  • Miedo al porvenir: no es otra cosa que las dudas sobre lo que pueda pasar al terminar una relación.
  • Miedo a estar solo o sola: la posible desaparición de amistades compartidas, de lazos afectivos comunes, etc.
  • La inestabilidad económica: en el caso de no ser independientes a nivel económico o de creer no poder atender los deberes derivados de una separación formal.

ASPECTOS A CONSIDERAR EN CUALQUIER SEPARACION:
Aspectos Legales y Aspectos psicológicos

 ASPECTOS LEGALES

 Podemos relacionar distintos tipos de separaciones en este apartado:

Separación de hecho
Se produce cuando en una pareja ambos miembros se separan de manera “no oficial”, es decir, que pasan por alto los aspectos legales en un primer momento. Suele ser una forma habitual de empezar con un proceso de separación y no es inusual que, más pronto o más tarde oficialicen su separación a través de un juzgado.

Existe la posibilidad de que ambas partes estén de acuerdo, o que solo un cónyuge haya tomado unilateralmente la determinación de separarse y abandone su domicilio familiar.

En este tipo de separaciones es muy común toparse con delitos de abandono de hogar. Es normal que uno de los dos cónyuges abandone el hogar tras la ruptura.

Lo recomendable es acudir a los tribunales para establecer judicialmente cómo se repartirán los bienes después de la separación.

Sin embargo, las dos partes deben estar de acuerdo para tomar esa decisión. Si uno de los cónyuges no quiere, el otro puede solicitar la vía judicial mediante un procedimiento de separación contencioso.

Separación judicial
Existen dos formas de separaciones judiciales: Separación de mutuo acuerdo y contenciosa:

Separación de mutuo acuerdo
Este tipo de separaciones se pueden tramitar legalmente tras el transcurso de tres meses de haber contraído matrimonio.

Los cónyuges deben presentar un convenio regulador para llevar a cabo la separación por mutuo acuerdo. En este convenio se establece todo lo relacionado con la custodia de los hijos, las pensiones alimenticias, el derecho de visita del progenitor no custodio y la situación futura de la casa familiar.

El proceso judicial correspondiente a la separación por mutuo acuerdo es breve y sencillo. Se trata de un procedimiento judicial de separación matrimonial más económico.

Separación contenciosa
La separación contenciosa es aquella en la que no se llegó a un acuerdo estable. Aquí cada parte presenta su propuesta de convenio regulador. El juez es quien determina todo acerca de la custodia de los hijos, pensiones, visitas y bienes gananciales.

La decisión del juez será tomada en base a su valoración de las pruebas presentadas por las partes en el juicio.

Las separaciones contenciosas son mucho más complejas y largas que las de mutuo acuerdo. Además, desgastan notablemente tanto la economía como la moral de los implicados.

Si durante una separación contenciosa ambos cónyuges llegan a un arreglo, el proceso cambia a separación por mutuo acuerdo. Cuando esto sucede, ambas partes deben elaborar inmediatamente un convenio regulador.

Tanto en las separaciones de mutuo acuerdo como en las contenciosas, no es necesario explicar el porqué de dicho proceso si ambos cónyuges están de acuerdo con la decisión.

 ASPECTOS PSICOLÓGICOS
La mayor parte de las parejas que se separan viven un proceso de duelo real, que en el caso de tener hijos, se complica.

Naturalmente, para cada miembro de la pareja, tiene o puede tener distinto significado el hecho mismo de separarse. Esto está en función de los lazos afectivos que pudieran existir por fuera de la pareja y el sostén social y familiar con el que cada miembro pueda contar.

Relacionamos algunos de los efectos más comunes, sin que se pretenda con ello elaborar una lista completa:

  1. Puede ser sentida como la pérdida de esperanza, de expectativas y de un ideal que no pudo alcanzarse.
  2. Se puede vivir como un fracaso y generar sentimientos de culpa.
  3. En algunos casos se puede vivir como una liberación, pero ello no impide la necesidad de elaborar el proceso de duelo, de cambios y fundamentalmente el sufrir por los hijos si existen en la pareja.
  4. Son frecuentes las vivencias de baja autoestima, de cuestionamientos y de revisión o evaluación de la vida pasada.
  5. Siempre se genera una situación de estrés y ansiedad, pues nos enfrentamos a algo nuevo y distinto.
  6. Suele surgir depresión en alguno de los miembros de la pareja o en ambos.
  7. La edad de los hijos, si los hay, influye decisívamente en las relaciones posteriores, particularmente si son pequeños o se encuentran en un tramo de edad adolescente, por lo que hay que cuidar el aspecto psicológico si fuera necesario.

APOYO PSICOLÓGICO EN UNA SEPARACIÓN
La labor del Psicólogo en una separación es muy importante. Siempre que se produce una separación, lo primero que se busca es un Abogado, y esto responde a un mecanismo de defensa económico, dado que este aspecto de la realidad supone la supervivencia, de alguna manera, de cada uno de los miembros de la pareja.

No obstante, el apoyo emocional, en unos momentos en los que se experimenta angustia, ansiedad, estrés, inseguridad, desolación y desamparo, depresión, soledad, no debe faltar por la frecuencia con que se presentan trastornos mayores, precisamente por no haber prestado atención a estas manifestaciones emocionales.

Afrontar una separación implica la aceptación de una pérdida y el inicio de una nueva vida sin la otra persona al lado.

Cada proceso, es individual, por lo que no existe un tiempo establecido para conseguir superar una situación así… pero se supera.

Lo importante es que se consiga de forma adecuada. Algunos consejos que te ayudarán en este proceso son:

  1. Acepta las emociones negativas (ansiedad, tristeza, soledad) como algo normal en las circunstancias que estás viviendo.
  2. Olvida los “por qué” y céntrate en los “cómo”, ya no es momento de buscar los motivos que os llevaron a separaros ni de señalar culpables. Sustituye esos ‘por qué’ por preguntas dirigidas a cómo reorientar tu vida y sentirte mejor.
  3. No te compares con otros, cada persona requiere un tiempo para superar una separación. Los comportamientos que a otros les fueron bien (por ejemplo salir mucho) no tienen por qué irte también bien a ti. Son sólo opciones.
  4. No seas detective de tu ex pareja, y mucho menos te martirices si le van mejor las cosas que a ti. Es un error pensar que en sus desventuras está tu felicidad.
  5. Aprovecha el apoyo social que te brindan tus familiares y amigos, pero si necesitas momentos para estar a solas no tengas miedo de decirlo.
  6. No es aconsejable que inicies una nueva relación hasta que tú no te encuentres bien “solo”. Precipitarte podría hacer que la otra relación no funcione, y también corres un alto riesgo de terminar dependiendo de tu nueva pareja.

Siempre los procesos de separación son costosos, pero nada tiene por qué hacerlos imposibles si cuidamos nuestra integridad personal y psicológica. En ocasiones la terapia de pareja, la terapia psicológica centrada en la separación de la pareja o la terapia psicológica centrada en la separación de los hijos pueden facilitar esta tarea o incorporar nuevas herramientas y orientaciones que dispongan el proceso hacia una resolución positiva.