La indecisión, siempre es consecuencia de la incertidumbre, y la incertidumbre,

se encuentra en todas las ocasiones de la vida.

 Estar siempre seguro, es estar siempre al borde del error…

Nadie sabe todo de todo…

convivimos más bien con lo contrario.

 Es psicológicamente lo normal el que las indecisiones nos visiten de forma cotidiana.

Hay que aprender a vivir con lo improbable, sabiendo que  lo inseguro,

también es el espejo de lo posible. 

Es en esto último en lo que apoyamos nuestras decisiones.

 No es mucho… pero  es algo.

 Dice  René Descartes que:

“Para llegar a la verdad, conviene  dudar,  en cuanto sea posible, de todas las cosas”.