Trastorno Mental y Psicoterapia

Trabajar con el trastorno mental,
es muchas veces trabajar con la locura
y la locura es algo que hasta no hace tanto
ha tenido como destino el encierro y el apartamiento social
.
Es muy difícil convivir con eso que se ve
y que los demás no ven y con voces que nadie,
salvo quien las padece, puede escuchar.
También con la construcción delirante
que viene a dar sentido a una vida que de otro modo no lo tendría.

Creemos construir nuestra realidad, pero de hecho,
aparecemos en este mundo con una realidad ya hecha y significada,
de por sí sujeta a una interpretación  que es “la que debe ser”,
no otra distinta.
Irse de esta realidad, es irse de todos los demás. Irse de todo lo demás.

Se dice que el psicótico, está fuera de la realidad.
Quizá fuera de ella si entendemos por realidad
la comúnmente aceptada,
esa que nos ha sobrevenido construida y en cuya edificación
hemos participado a duras penas.
Proponer significados distintos e interpretaciones
al margen de lo que “las cosas son”,
cuando menos es disentir de lo convencionalmente establecido,
y si esa propuesta
se aparta en grado bastante a lo que se considera “normal”
–sin entrar en definir lo que no parece tener una narrativa clara-
entonces lo calificamos de loco, y queda así definido el disidente todo él, y el resto, a salvo entre patrones normativos aceptados y con clara vocación de amparo entre lo que constituye un “debido hacer”. Una buena psicoterapia, pueda ser que de luz
a esto que consideramos un debido hacer.

El neurótico, campa a sus anchas en un modelo social que lo tolera. Sufre, pero es un sufrir permitido, de alguna manera consensuado y aceptado por lo que le rodea. El psicótico no. El psicótico asusta y mueve al miedo. Por eso era víctima del encerramiento físico. Hoy, se trata de encerrar la locura entre fármacos y terapeutas. Una forma de encierro desde luego menos cruel, aunque no exenta del mismo tinte clausurador.  Una “cadena perpetua” entre pastillas que tranquilizan y suavizan el trance. Y que, no cabe duda, merecen agradecimiento.

Pero los Psicólogos de Madrid Centro, Symploké psicólogos,  pensamos que una buena higiene psico-social que se realiza en consulta, enseña a la locura a dominarse, y a ser selectiva sobre cuando mostrarse y cuando no. Algo, que al fin y al cabo hacemos todos, pues todos tenemos en uno mismo varias formas de presentarnos ante el otro. De eso se trata.