El suicidio en la depresión, surge cuando las ideas de acabar con uno mismo, aparecen. Cuando los auto-reproches no
dejan lugar a evasión alguna por el fracaso vivido.

De aquí que el suicidio, cumpla, en primer lugar, un primer cometido: el auto-castigo.

Para Castilla del Pino, también cumple otro principal: “eludir de una vez y para siempre la vista de la realidad, es decir la vista del fracaso propio”.

No se nos debe escapar que, el suicidio, al llevar consigo la autodestrucción, contribuye a la destrucción de la realidad, y por lo tanto, destruye todo tipo de relación con…: “al morir yo, muere todo lo que yo significo, y yo significo, claro está, para alguien, para los  otros  que  no soy yo”.

Esta precisión que hace Castilla, da a entender el aspecto relacional del suicidio, a pesar de ser un acto en soledad.

El intento de suicidio, se distingue del suicidio logrado, en que en el suicidio la muerte es la finalidad. En el intento de suicidio, para Castilla como para muchos, la finalidad “es obtener un tipo peculiar de relación humana”… “El que intenta el suicidio, ejecuta una serie de actos que pueden conducirle a la muerte, pero que en todo momento están supeditados a la presencia real o virtual del otro. El intento de suicidio, contiene un dinamismo (una forma de actuar) que está dirigido más al otro que a uno mismo… “el suicidio,  se hace para uno mismo. El intento, se hace para el otro”.