La psicoterapia, es algo más que eso que ahora llaman «counselling», o que el «cooching», que también está muy de moda (los términos ingleses, siempre se ponen de moda) y que corren a cargo de no se sabe muy bien qué profesionales. 

Tampoco es lo mismo una psicoterapia, que lo que se denomina «consejo psicológico», muy útil para según qué casos.

Una y otro, tienen por objetivo ayudar al individuo a clarificar, y de esta manera reconocer y mitigar estados emocionales conflictivos despertados, siempre, por circunstancias externas que nos perturban. 

La problemática que uno siente, nunca es exclusivamente personal (siempre hay algo y/o alguien… alrededor). Jamás sobreviene a nadie un trastorno emocional «caído del cielo…»… aunque a veces…  pueda ser preferible pensarlo así.

 Y, aunque la psicoterapia no es un espacio para despachar consejos,  sino un acompañamiento que permite al paciente arreglar cuentas con la realidad -la suya-, tampoco es necesario huir de ellos… 

Al respecto, dice  Agatha Christie que  «los consejos, no son tomados en cuenta generalmente, pero eso no es motivo para no darlos».