Pensar los pensamientos
A veces, uno,
si lo que pretende es ordenarse,
le conviene romper con el cinismo
que suele estar adherido, casi como una piel,
a los esquemas mentales que se manejan,
y que no son otros que los que nos han trasmitido
como “santos y buenos”.
Librarse de esa grasa ideológica,
(que nadie lo ponga en duda),
es tarea difícil, cuando no imposible.
Deberíamos, haciendo un acto de conciencia,
pensar sobre los propios pensamientos,
esto es, pensar sobre lo que pensamos;
enjuiciar aquello que valoramos, defendemos,
ensalzamos e inoculamos como “bueno”.<
Pensar los pensamientos que uno tiene,
es una buena manera de salirse de ese “unto espeso”
que nos envuelve;
y una vez semidesnudos (nadie se libra de todo por ensalmo)
poner en práctica el ejercicio de dudar.
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