El otro

Cada uno se presenta ante el otro, como imagina que el otro le supone.
No disponemos de múltiples maneras de ser,
pero si de muchas maneras de estar.

Cuando estamos con otros,
estamos con personas concretas
que exigen de nosotros comportamientos distintos.

No es que seamos de determinada manera
en determinada situación,
porque siempre somos el mismo,
pero ocurre que elegimos nuestras conductas
en función de donde estamos y con quien.

Nada es al azar.
Hacemos según la exigencia del momento,
si bien sabemos que, en muchas situaciones,
dejo de ser yo mismo, para utilizar otra forma de presentarme:
la que la situación y los demás me reclaman.

A nivel psicológico, es lo normal,
aunque puede que no sea lo mejor…