Los criterios sobre los que basamos nuestra confianza en los demás no son más que indicios.

Porque por definición no caben certezas.

Indicios en la fachada con la que se presenta el sujeto, en su cuerpo, en la cara sobre todo.

Hay que distinguir entre la cara, con la que se nace y el rostro que se hace, porque es la cara en movimiento.

La cara es algo con lo que se hace y se deshace al momento, algo móvil y múltiple que es lo que hay que interpretar.

Viene a signidicar la coherencia o incoherencia de los múltiples paisajes del rostro que nos presenta una persona.

Cara hay una, rostros muchos.

Sobre todo hay que fijarse en los ojos, en la mirada, también en las manos y en la boca.

El resto, es silencio.

En Psicólogos de Madrid Centro, te ayudamos a reconocer a los demás: el significado de lo que expresan con sus palabras y sus silencios.