Consultas más frecuentes en la clínica:


Problemas infantiles y juveniles

Los problemas infantiles y juveniles,
son muy comunes en las consultas psicológicas.
Muchas veces, el entorno familiar, o escolar,
tiene que ver con su aparición y con su enquistamiento.
Conviene aceptar que ni padres ni instituciones son perfectos,
y siempre hay pequeños fallos,
que en niño o en el joven pueden marcar
un tipo de influencia que le haga, sin el tratamiento adecuado,
presentar problemas que antes no existían.
Por eso, un psicólogo infantil en Madrid,
como el de nuestro centro,
puede ayudaros a superar juntos esa problemática que,
a veces, sin saber por qué, de repente aparece.
Los psicólogos del barrio de Salamanca de nuestra consulta,
sabrán hacer frente a estos problemas.

Estrés – Ansiedad
El estrés, la ansiedad, es una sensación desagradable,
pero psicológicamente
corregible desde el punto de vista terapéutico.

Normalmente se presenta ante acontecimientos nuevos
a los que tenemos que enfrentarnos,
o ante situaciones que debemos abordar
y que nos resulta complicado hacerlo por muy distintos motivos.
Se nos puede plantear tanto a nivel laboral, como personal y familiar.  

A veces, es tan intenso,
que se manifiesta en distintas partes de la totalidad personal.  

Así: A nivel de pensamientos:
la persona presenta y tiene problemas para concentrarse; no encuentra solución a sus problemas por pequeños que sean, y tiene la sensación de haber perdido la memoria.

A nivel físico:
el estrés se puede presentar en forma de dolores
de cabeza, tensión muscular, alteraciones del sueño, fatiga, enfermedades de la piel.

A nivel motor:
la persona tiende a realizar acciones no habituales como llorar, comer compulsivamente, fumar más de lo normal, aparecen tics nerviosos, etc.  En definitiva, la persona siente deseos de huir para evitar la situación de estrés.

El estrés, la ansiedad, son estados psíquicos muy extendidos y para los que existen tratamientos eficaces y personalizados en función del tipo y la causa o causas que lo provocan. Si necesitas un psicólogo para la ansiedad en Madrid, estamos a tu disposición.

Vacío personal
A veces, en uno mismo y al amparo de una reflexión, puede surgir un sentimiento de tristeza, de abatimiento, también de aburrimiento sobre el compás de una vida que se ha vuelto repetitiva, plana, que ha perdido interés por la monotonía que representa. A veces, esto se acompaña de una sensación de nostalgia, de añoranza de algo que parece haberse perdido. No se trata de algo concreto y que podamos describir con precisión, es más bien un sentimiento de que algo se ha parado, de no avanzar, que nos entristece y para el que no encontramos solución.
Es más, a veces nos reprochamos el estar así como estamos, pues nos poneos en comparación con otros que no contando con las mismas oportunidades que nosotros, no padecen sin embargo este sentimiento de vacío. Un sentimiento que no  permite disfrutar de la vida como se desearía. Si necesitas ayuda porque te sientes reconocido en estas líneas, un Psicólogo en Madrid Centro de nuestro equipo resolverá tus dudas y te devolverá a un estado de equilibrio saludable.

Malestar psíquico
Somos Psicólogos especializados en depresión en Madrid, por eso sabemos que, g
eneralmente, el paciente no enferma solo, o si se prefiere, no empieza a sentirse mal por sí mismo. Esto es, el malestar, o la enfermedad, no surge espontáneamente desde uno mismo sin que exista un  por qué  por fuera de nosotros que constituye –casi siempre- la clave de lo que ahora nos sucede.
El ser humano se “trastorna” entrando en sufrimiento,  pero lo hace dentro de unos determinados contextos y situaciones en los que está, y de muy distintos aires: familiares, laborales, sociales…  Enferma él, no cabe duda, pero en él están todos y todo lo que le envuelve y ronda; ni aislado ni en un deshabitado circundante.  Todo, se quiera o no, le acompaña y  todo lo que está a su lado, está en él,  y desde aquí, precisamente, el malestar  le sobreviene. Podemos ayudarte a dejar atrás esta situación. Tienes derecho a sentirte bien y en Symploké psicólogos sabemos como tratar estos estados. Psicólogos en Madrid a precios asequibles.

Tristeza – Depresión
Lo nuclear de la depresión,  es la tristeza.
Si como es cierto, a los contenidos mentales se les concede una significación, lo lógico es pensar que la tristeza, la pesadumbre, sobreviene  precisamente por los contenidos mentales que manejamos, esto es:
por lo que pensamos en definitiva.
Cuando una persona esta deprimida, dice estar en la ruina, ser indigno, no valer para nada… esto, entre otras cosas, es lo que le produce la tristeza, estos pensamientos que ahora tiene,
independientemente de que tales afirmaciones sean ciertas o falsas.
De esta forma, cualquier cosa quizá de poca importancia, como una enfermedad banal o un suceso aparentemente menor, etc.,  no debe ser entendida en su valor objetivo (que quizá sea ínfimo, o no lo tenga), sino que hay que considerar
la  interpretación que la persona que está en depresión  le da y lo que para él es.

En este sentido hay que atender y fijarse en  la significación de eso que le ocurre, como “vivencia de lo que le ocurre”.  Procediendo así, vemos que una circunstancia sin ninguna importancia para muchos, pero de significación profunda para otros, puede ser el punto de partida de una depresión. Los Psicólogos en Madrid centro de Symploké, te ayudarán a decir adiós a este estado del ánimo que tanto malestar causa. Psicólogos en el barrio de Salamanca, perfectamente comunicado para tu comodidad.

Lo psicosomático – una manifestación de la angustia
En muchos casos, uno de los motivos de consulta que manifiestan las personas, se viste en forma de palpitaciones, fatiga, angustia precordial, digestiones malas, pérdida de apetito, trastornos funcionales… Cualquiera sea el trastorno concreto que la persona muestre, es por sí mismo, expresión de preocupación, y, a su vez objeto de preocupación, y por tanto limita sus posibilidades.  Esta relación de trastornos a los que nos hemos referido, no pocas veces son una forma indirecta de manifestar la angustia.
Pero, ¿por qué el conflicto interno generado por la angustia se somatiza? La respuesta, para nosotros es la siguiente: se somatiza, porque al estómago, al hígado, al corazón, o a cualquier otro órgano, “no hay que  darle explicaciones”. La angustia, en múltiples ocasiones, es la génesis de las alteraciones psicosomáticas de origen mental. Desplazando a un órgano la preocupación por lo que angustia, no hay que enfrentarse con lo que originó precisamente esa angustia.
En síntesis, podemos decir que directa o indirectamente la angustia, la ansiedad, se expresan; terminan por manifestarse. Es decir, el conflicto íntimo se proyecta (sale) por fuera de lo mental y emerge al cuerpo.
Tratar eso que preocupa, es tratar al mismo tiempo su manifestación corporal.