Igualdad

Cuando nos referimos al ser humano,
y lo hacemos como generalidad, en abstracto,
nos referimos a una entelequia que no existe.

Los que existimos somos nosotros,
cada cual con sus particularidades,
y siempre en singularidad. 

Somos heterogéneos,
y por lo tanto diferentes unos de otros,
tanto, que no encuentro exageración alguna
cuando se viene a decir
que cada cual es “un mundo”,
y un mundo solo accesible
por lo que cada uno dejamos ver.

Y aunque se nos dice iguales… (qué ironía),
no hay poder, ni lo habrá,
capaz de que esa igualdad se convierta en hecho…