La angustia, no tiene por qué aparecer en una depresión simple.

En lo que podríamos llamar una depresión limpia.

La angustia, es una complicación de la depresión que no obstante aparece casi siempre.

La angustia, surge siempre ante el temor, el miedo a la posibilidad de perder lo que se tiene o ama.

La persona no vive solo en el presente y cara al futuro, sino también cara al pasado.

El pasado, en la persona, es presentizado merced al recuerdo, y aún sin este, gravita y condiciona el presente (y esto porque el pasado ha sido mío).

Ocurre que en el deprimido, el débil nexo que con la realidad establece ahora, le hace vivir pasivamente el presente.

Esto, le vuelca activamente hacia el pasado, porque de alguna manera le ofrece y encuentra en él seguridad y protección.

Por eso cuando el presente se le ofrece como algo ya perdido, se da cuenta de que tal pérdida ocurre por un modo de haber estado en él.

Es decir, por un modo de haber estado en la realidad que ahora ya es pasada, en la cual no tuvo participación positiva y activa.

Vive así la pérdida (aquella realidad pasada), como responsabilidad suya, y la angustia aparece siempre en él, en un ambiguo barajar “lo que pudiera haber sido y no fue”,  precisamente por su culpa.