En esto que constituye la autoestima quien asume  sus  limitaciones  (reales o sentidas), se reconoce como insuficiente -aunque no lo sea.

No solo no se acepta, sino que se critica.

 La conciencia de insuficiencia, suele ser  fuente de conflicto en no pocas ocasiones…  

porque ser insuficiente ante sí mismo… es serlo ante los demás.

 Viene a ocurrir esta circunstancia, porque de todos los objetos (personas, animales o cosas), uno mismo es también un objeto, que además es,  por un lado ineludible,  por otro… el que más importa.

 De entre nosotros, y de entre cada cual, lo que existe,  es uno mismo y el deseo de hacerse un objeto valioso ante los demás y, para ello, cada cual ya hace el oficio impuesto desde sí, y  que no es sino el de presentarse ante el otro, como imagina que el otro le supone.

 No solo esto no es poco, sino que ya es bastante.