Sobre el sentimiento de vergüenza, se ha escrito mucho. 

La vergüenza, es una emoción desoladora que obliga a esquinarse.

También nos hace inclinar el rostro y a escondernos de alguna manera.

 No es el “pedir perdón” por quienes somos lo que alivia la vergüenza,

sino el reconocimiento ante los demás de que somos como somos:

En definitiva, tenemos derecho a ser, a estar aquí

y a manifestarnos tal cual nos hemos conformado, o nos han conformado.

 En esto, no hay error, ni concesión posible.

 Los primeros pasos, siempre son atrevimientos…

pero crecemos a través de sucesivos atrevimientos