Matrimonio entre iguales

Conociendo que los avances técnicos
no se han acompañado nunca
de ningún avance moral,
me pregunto cuál será hoy
el signo verdadero del progreso. 

Así pensando, cabe preguntarse
si el matrimonio homosexual
no será hoy la más elevada señal de adelanto
de la que dispone Occidente.

Y esto, porque bajo su ley,
supuestas anomalías pierden su color patológico.
Instintos dirigidos a la conservación de la especie
quedan gobernados al sencillo placer de los amantes.
El círculo de la ternura se agranda.
Las diferencias se civilizan.
El deseo, único motor del ser humano,
se amansa prolongadamente.

 Tiene un punto agresor,
y es la intervención legal
que requiere la supervisión
del amor de los amantes
en un acto formal.
Una igualdad frente al resto de matrimonios
sean del color que sean,
aunque, bien mirado…
esto también tranquiliza las diferencias.