De la consulta psicológica

En Psicología,
el no intervenir,
más que una técnica… es un arte. 

Es algo que no se aprende en los textos,
es más bien, una maestría personal,
que no siempre sale como uno quiere:
se trata de guardar silencio… para  no decir…
pero asegurándose de que el paciente siente que uno…  está. 

Sobre todo,
en los estados emocionales más dolorosos,
es crucial la no intervención:
huir de los consejos
o del  “debería hacer usted esto o aquello”. 

Dar un tiempo para sudar el sufrimiento,
es una tarea que irremediablemente,
supone el intento de separarse de él. 

Es una despedida, y como cualquier despedida
supone un tiempo de silencio y respeto.
Una ceremonia de partida difícil,
pero no imposible,
a la que hay que tratar sin alborotos,
sin ruido y sin restar nunca importancia a sus     manifestaciones.

Es posible que labor del clínico
en estos casos, no sea otra que la de acompañar.
Y es que,
como dice el Dr. Fernando Colina:
“cuando uno está intensamente herido,
cualquier remedio es inhumano”.