Perdonar y olvidar, son cosas bien distintas aunque a momentos se las relacione.

 Dicen que se puede perdonar y no olvidar…

yo, tengo mis  dudas.

Lo que nunca ocurre es a la inversa:

olvidar y no perdonar,

entras otras cosas porque lo olvidado no requiere de perdón ni de ninguna otra cosa.

 A mi modo de ver, pedir perdón es pedir comprensión (nunca olvido).

Y la comprensión tiene mucho que ver con el entendimiento generoso del otro, que nos demanda un vínculo

no siempre posible ni hacedero.

Un vínculo que a poca reflexión que uno haga, se nos hace rápidamente un nudo en la garganta.