Sobre el suicidio

Dicen que el suicidio es de cobardes…
Nada más lejos de la realidad.

El suicida, cuando de verdad quiere poner fin a su vida,
ha sometido esta opción a una profundísima reflexión,
a veces de años.

En otras épocas de la historia clásica
el suicidio era una salida aceptada,
incluso honrosa y decente  frente a una situación
a la que no se alcanzaba a vislumbrar solución posible.
Suicidas en la historia, ha habido  muchos, esto ya se sabe,
y muchos gente seria y grave.

El suicida no se vuelve loco y se suicida.
El suicida decide de forma autónoma y voluntaria
poner fin a su vida: no a la vida,
sino a la suya propia y de su propia mano,
aunque que con ello salpique,
a veces en extremo, la de los demás…
pero pueda ser que incluso esto
constituya una parte de su última voluntad.

Dice Erich Fromm,
que «El hombre siempre muere antes de haber nacido por completo».