Agujeros

La vida, puede ser definida,
como un recorrido que va de agujero en agujero…
de una oscuridad naciente
a un tugurio de silencio sepulcral. 

La nutrición, la excreción, el ejercicio de los placeres
poseen una lógica de paso por distintos agujeros. 

Entrar, salir, penetrar, expulsar
rigen buena parte de nuestra conducta
y no son concebibles sin la existencia de esos círculos
más o menos perfectos
que debemos traspasar cada cierto tiempo.

En la identidad humana, pasa algo parecido:
un yo cerrado, acerrojado y macizo,
sin puertas ni ventanas
no es humano, ni vividero.

El habla, el sexo, el gusto,
ver, oir,  respirar…
 y algunas cosas más,
van siempre de agujero en agujero. 

Cosas de la naturaleza.