La parte de la realidad que uno escoje, y que convierte en situación mía.

En mí situación, está constituida por objetos que están en relación formal y dinámica conmigo.

No solo hay una ubicación de orden espacial y de orden cronológico, sino de valor, según la significación que la persona situada en esa realidad ahora, da a los elementos que integran.

Ese especial campo personal que en este momento es de su interés.

Porque las cosas, son o no son (importantes), en la medida que interesan y significan para mí.

No hay neutralidad posible en una situación, cualquiera que esta sea.

Esto al ser esta una delimitación de la realidad que hago mía, y por lo tanto que es valorada por mí, como parte de toda ella.

Persona y realidad, pues, no solo están siempre complicadas (co-implicadas), sino que de ese proceso surge en cada instante una situación que es situación relacional…

La persona vive conjugando la realidad, porque es parte de ella, y porque está, indefectiblemente, en relación con ella. No hay posibilidad de aislamiento”, y, desde luego, la relación terapéutica como tal, es una situación más de entre todas.