La urgencia 

Se equivoca la urgencia.

Conviene no hacer tanto caso al tiempo cronológico.
Hay también un tiempo psicológico
al que se le presta poca atención.

Querer ser “super” en todos los ámbitos,
acaba agotando.
Así, la vida, no transcurre sino que nos atropella.
Y es que el tiempo… no se puede domesticar.

Las cosas van como van…
y acelerarlas, solo lleva al estrés y el error.

No hay necesidad de la satisfacción por entero,
porque,  la serenidad,
algo a lo que aspiramos todos,
se obtiene también a base de renuncias. 

Tiempo al tiempo.