De lo normal 

Las cosas son finitas.
La vida es un continuo de principios y finales.

Nadie gobierna
ni debemos dejar que gobierne nuestra vida.
Lo dicho y hecho por aquel
le pertenece solo a él y… a ningún otro. 

No es el otro quien decide. Nosotros somos quienes decidimos
sobre aquello que constituyen nuestras actuaciones
y que generalmente, calificamos de normales. 

Sin embargo, lo normal,
es un constructo que no se ajusta bien a la vida cotidiana.
A casi todas las cosas, decimos…
“es lo normal”,
cuando en realidad… no lo es. 

Y no lo es porque se ha obviado, al decirlo,
todo el esfuerzo que conlleva el hacer las cosas
y por tanto queda sin reconocimiento.
Porque parece que hacerlas… es lo normal.

Una buena manera de minar la autoestima
y no dejarla aflorar.

Es posible que corresponda a nosotros mismos
el felicitarnos por haber sabido vivir…. un día más.