El derecho

Tengo entendido
-lo dice, entre otros, Ortega-
que un profesor de Derecho
de la Universidad de Zaragoza
comenzaba solemnemente cada curso
con éstas y siempre las mismas palabras:
«El Derecho, señoras y señores, comenzó por no existir».

Hoy, en cambio,
estamos saturados de disposiciones legales:
circulares, resoluciones, órdenes y leyes… entre otras.
Normativas, que presiento más testimoniales
que eficaces y efectivas.

Leyes contra la violencia de género,
a favor de la conciliación familiar y laboral,
las del derecho al trabajo en sí mismas
y muchas otras más,
que si bien es verdad
recogen derechos para todos…
los recogen solo en texto; no en la práctica.

Algo deberíamos hacer con todo este arsenal legislativo
que solo sirve para alimentar
páginas y páginas de tinta,
y silenciar las conciencias
de quienes intervinieron en su redacción.